jueves, 15 de mayo de 2008

Laïka








El 13 de diciembre de 1993 falleció en un accidente de tráfico la jovencísima escritora francesa Vanessa Duriès, con tan sólo 21 años. Unos meses antes Vanessa había saltado a la fama gracias la publicación de su primera novela, Le Lien (La Atadura), basada en sus propias experiencias como esclava.
Su temprana y sorpresiva muerte la convirtieron en un icono de las comunidades BDSM en Francia, y La atadura es ya un libro de culto de la literatura erótica contemporánea.
El relato, cuya protagonista Laïka era estudiante de letras igual que ella, fue un gran éxito editorial y recibió algunos comentarios muy favorables en la prensa. No se trataba simplemente de contar una serie de encuentros sexuales, sino que era además la indagación introspectiva de una chica en busca de conocerse a sí misma y construir su identidad.
El año pasado se publicó otra novela suya, L’étudiante (La estudiante), que había dejado inacabada.








Edición con los dos relatos: Le Lien y L'étudiante. La foto es de Vanessa posando para Penthouse






..."La confianza que une al amo y a su esclava es fundamental; es una confianza que condiciona y autoriza todos los excesos, y con ellos todas las dichas.
Yo soy masoquista, y mi Amo, es, a su vez, un sádico puro cuyos conocimientos en el ámbito de lo que con excesiva frecuencia se denomina hoy el “SM” o “sadomaso” me tienen por completo subyugada."









... "Para mí es fundamental poder entregarme sin reservas, sin esperar nada a cambio salvo la recompensa de hacerme acreedora al rango y al título de esclava elegida entre todas las esclavas."
... "Es precisamente esa presencia de lo desconocido lo que más me fascina a mí y a cualquier esclavo, de ahí que, en las relaciones sadomasoquistas, el ingenio del Amo deba renovarse sin cesar para salir airoso de todas las pruebas."






... "Cuando a lo largo de sesiones muy duras me empuja hasta el paroxismo del agotamiento y el dolor físico, llevándome al borde de la ruptura psicológica, me basta con mirarle para constatar su placer y centuplicar mis fuerzas. Hay algo muy obvio que quienes no han sido iniciados en este universo marginal y mágico ignoran: el amo nunca es quien la gente cree que es. El amo se halla en una situación de absoluta dependencia con respecto a su esclavo. No existiría ni tendría justificación alguna si no fuera por el esclavo. En realidad, el amo es el esclavo del esclavo, pues depende de que éste acepte someterse a las sevicias que lo excitan. Cuando uno llega a comprender esta realidad paradójica, ya no tiene porqué avergonzarse de ser esclavo. Al contrario: debido al sutil juego de las relaciones de dependencia, el esclavo puede ser quien ostente el auténtico poder en la relación sadomasoquista."










"Había recuperado la consideración de mi amo. Me había convertido en una esclava digna de ese nombre y digna de su amo. Y no hay en este mundo mayor dicha para una esclava que sentirse apreciada. Es casi lo mismo que ocurre cuando se ama, pero con el aliciente de una emoción vertiginosa" ... Le Lien







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