sábado, 2 de abril de 2011

después de una huida




















Todos somos las almas

que buscan una salida,

que nos alejen

de estos infiernos nuestros,

calientes y, a la vez,

tan temerosos y fríos.



Fuiste imán de mi desdicha,

la ofensa desconocida.

Un río misterioso, sin sedimento apenas

ni raíces profundas.



¿Por qué no vuelves amor,

a colgarte de mi brazo?

En busca de una señal voy,

días después de una huída.






Luz Casal















Manuel Álvarez Bravo











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