En la mayoría de las fotografías de Francesca Woodman sale ella. Ella sucia de barro, ella como parte de un mobiliario, ella convertida en sombra o en garabato, ella gateando ante un espejo, ella escondiéndose bajo una mesa, ella cubriéndose con el papel pintado de la pared, ella sosteniéndose con una sola mano, ella cubierta de pinzas, ….
Pero si ella estaba ante la cámara, ¿quién estaba tras la cámara? Un desconocido, un ser invisible. La técnica le concedía 10 o 15 segundos para que se separase de la cámara y acudiese a la escena que iba a ser fotografiada, pero cuando se producía el clic que detenía el tiempo, no había nadie tras la cámara. Es el autor de lo mejor de su obra: nadie, un desconocido mediante el cual trataba de reinventarse a sí misma y, también, por qué no decirlo, salvarse.
Pero si ella estaba ante la cámara, ¿quién estaba tras la cámara? Un desconocido, un ser invisible. La técnica le concedía 10 o 15 segundos para que se separase de la cámara y acudiese a la escena que iba a ser fotografiada, pero cuando se producía el clic que detenía el tiempo, no había nadie tras la cámara. Es el autor de lo mejor de su obra: nadie, un desconocido mediante el cual trataba de reinventarse a sí misma y, también, por qué no decirlo, salvarse.
En una carta a finales 1980, escrita a su amigo de la escuela, Sloan Rankin, le dice: “Mi vida en este punto es como un sedimento muy viejo en una taza de café y preferiría morir joven dejando varias realizaciones… en vez de ir borrando atropelladamente todas estas cosas delicadas…”.
Francesca Woodman nació en Denver, Colorado, el 3 de abril de 1958. Con sus padres, ambos artistas, viajó frecuentemente a Italia, donde cursó parte de sus estudios. En 1972 fue admitida en la Abbott Academy en Andover, Massachusetts, donde comenzó a tomar lecciones de arte, descubrió la fotografía y concretó sus primeros trabajos. En 1975 ingresó a la Rhode Island School of Design en Providence. Allí demostró una singular madurez para su edad encontrando el ambiente propicio para desarrollar su obra, y conoció a Aaron Siskind. Entre mayo de 1977 y agosto de 1978 vivió en Roma, donde tomó contacto con el ambiente artístico local. Realizó una muestra individual en la librería Maldonor y luego otra colectiva en la Ugo Ferranti Gallery. A esta época corresponde Eel series. (Según algunos estudios sobre su obra, en esta fotografía quedan expuestas las características y la puesta en escena básicas de la obra de Woodman: espacios casi desnudos, ocasionalmente al aire libre, en los que se muestran un cuerpo femenino –o el recorte de un cuerpo femenino– y algunos pocos objetos).
En enero de 1979 Francesca se mudó a Nueva York, donde realizó pequeños trabajos como modelo de pintores o asistente de fotógrafos mientras intentaba comenzar una carrera como fotógrafa. Envió portfolios a diferentes estudios, pero sin éxito. Durante el verano de 1980 obtuvo una residencia de artista en New Hampshire. Trabajó duro, experimentó nuevos materiales. Comenzó a leer a Proust. De regreso en Nueva York, participó de varias muestras grupales en la Daniel Wolf Gallery y expuso sus diazotipos en The Alternative Museum of New York.
En enero de 1981 publicó Some Disordered Interior Geometries. El 19 de enero de ese mismo año se suicidó.
obra
Y un día más desperté sola en estas sillas blancas
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