jueves, 1 de julio de 2010

Erato I














Tres de la madrugada
Habitación nupcial.
Con extremo cuidado
saliste de puntillas
y en busca de la puerta retadora
caminaste descalzo por la alfombra
del extenso pasillo del hotel.
Eras corcel en celo
animal desbocado
que pronto se aplicó sobre la cama cómplice
cabalgando en silencio
furioso y agitado
sobre la grupa oscura y los muslos callados
hasta que el estallido
de tu pulsión de fuego
te dejó casi exhausto como púgil caído.
Vacío y desarmado
regresaste después al origen nupcial
y de nuevo en el lecho de tu noche de bodas
-la transgresión vencida
y el riesgo satisfecho-
le besaste en la frente a tu esposa dormida.
Ya podrías serle fiel
a partir de ese instante.




Felipe Merino
(Matapozuelos, Valladolid, 1940)






Erato bajo la piel del deseo
Antología de poesía erótica
Sial Ediciones, 2010







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