domingo, 3 de mayo de 2009

animal doméstico






...


¿Que tal tomar un ser humano como mascota. Me daría el mismo amor incondicional?
Pareces físicamente fuerte, pero creo que esencialmente... ¿eres sumisa?.

¿sumisa?. No sé de eso...

¿Has considerado alguna vez experimentar ese estilo de vida?

¿Como puppy-girl?. ¡como perro!

¡Un tesoro!. Oh Dios.
Sabes... como mi Tara. Cuando los seres humanos son entrenados como mascotas cambia no solo su personalidad, sino toda su percepción. Considéralo.


Me gusta estar con usted. Además... por poco tiempo puedo soportar todo por dos días.

Ésta es mi posesión más preciada. Perteneció a Tara. La usó años. Fue especialmente diseñada como herramienta para entrenarla.

¿Qué son estas …?

Electrodos que provocan descargas eléctricas... dirigidos por control remoto.

Hermoso.

Si permaneces los dos días, te daré otros diez mil dólares.

No es el dinero...

Eso significa que me perteneces los próximos dos días.

Me gusta “tu color”, se ve hermoso.

Consentiste en ser mi mascota, esto es un collar eléctrico... se usa a diferentes niveles para el
entrenamiento. Le impide a una mascota humana que trate de hablar.

Debería llamarlo loco e irme a casa.

Bien... primero quitemos toda tu ropa. Tendrás que andar desnuda y dormir en el suelo.

Necesito ayuda.

No hables. Ahora eres de mi propiedad. Te voy a hacer una pregunta. Solo asiente con la cabeza si la respuesta es si: ¿Quieres continuar así por dos días?

Buena chica. Buena chica... Así es como te llamaré... buena chica.
Gigi es tu nuevo nombre. ¿comprendes?

Buena chica.
Alto!
Sentada!
Buena chica. Ahora... ¿quieres decir algo?. Puedes hablar...

Tengo que ir al baño.

Yo decide cuando orinas y cuando comes.
Vamos Gigi... vamos. Date prisa... Gigi, no debes preocuparte.

¿Necesita ayuda o asistencia?

Ah, Rita, Mary ha decidido quedarse un par de días. Su nuevo nombre es Gigi o buena chica cuando se porta bien.
Es todo, gracias Rita.

Si señor.

Gigi no temas. Yo soy tu amo, siempre te protegeré de otras personas.








"The pet", 2006 USA de D. Stevens






Una joven en crisis emocional y financiera, sucumbe al encanto de un benefactor aristocrático. Ella está de acuerdo por una suma considerable del dinero a ser su mascota, su animal doméstico, por unos días.
Comercio, negocio, explotación, tráfico de órganos, … mezclado en un subproducto aburrido y pedante que, en nada tiene que ver con el BDSM.