Quienes eligen la magia del agua quedan desvinculados eternamente de lo que les hace humanos, pues entre los dos mundos no queda ninguna puerta abierta.
Bellas y misteriosas las ondinas se nos presentan como gráciles damiselas que han consagrado su existencia al amor, pero esconden bajo su apariencia dulce y débil un demonio temible, caprichoso y despiadado.
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