para "Les Sonnetts Luxurieux (1892)” de Pietro Aretino
-Me perdonarás, pero la quiero en el culo.
-Señora, no quiero cometer tal pecado,
porque esa es vianda de prelados
que han perdido el gusto para siempre.
-Vamos, métela aquí. -Que no. -Que sí.
-¿Por qué? , ¿no se usa ya el otro lado,
o sea, el coño?
-Señora, no quiero cometer tal pecado,
porque esa es vianda de prelados
que han perdido el gusto para siempre.
-Vamos, métela aquí. -Que no. -Que sí.
-¿Por qué? , ¿no se usa ya el otro lado,
o sea, el coño?
-Sí, pero es más grato
la verga por detrás que por delante.
-De vos dejarme quiero aconsejar.
Vuestro es el carajo, y si así os place,
como a carajo le debéis mandar.
-Aceptado, mi bien, métela de lado:
por aquí, así, y no te corras todavía,
oh verga, buena amiga, oh verga santa.
-Métetela toda entera
-Ya ha entrado toda dentro ¡qué placer!,
y así quisiera estar sentada un año.
la verga por detrás que por delante.
-De vos dejarme quiero aconsejar.
Vuestro es el carajo, y si así os place,
como a carajo le debéis mandar.
-Aceptado, mi bien, métela de lado:
por aquí, así, y no te corras todavía,
oh verga, buena amiga, oh verga santa.
-Métetela toda entera
-Ya ha entrado toda dentro ¡qué placer!,
y así quisiera estar sentada un año.
de Pietro Aretino (1492-1557), italiano de origen, urdió una obra provocadora, compuesta de los Sonetos lujuriosos, Los Ragionamenti, La cortesana, El herrador, La sirena y La Vida de Jesucristo, mientras vivía bajo la protección del Papa Clemente VII y el desprecio de sus contemporáneos.
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