sábado, 9 de enero de 2010
Cuerpo erótico
PROFESIÓN DE FE
Me gusta como hueles, mía,
y al abrirte deslumbrado
beso esa luz oscura.
Ciego, guíame.
No sabes con cuánto gusto
te disfruto, impúdica.
Ilumíname con tus señales húmedas
y ese tacto, atrozmente,
sensible,
cuyo recóndito latido
es ya la respiración del mundo.
TAJO
Dura la distancia.
Largo el tiempo.
Cortos los encuentros.
Sin embargo
has excavado
el furioso latido
que permite sobrevivir
a este sábado incoherente.
A este interminable domingo.
Al vacío que por todos lados
bosteza su nada.
*Fotografías: Axel Bueckert
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