El día después, 1894-95, óleo sobre lienzo. Edvard Munch
Me emborracho de amor,
me desprotejo.
Ya tomo la botella y la descorcho
y me llevo a los labios
el néctar de los dioses, me santiguo,
y bebo y no bebo y me reprocho
no haber probado antes sensación
tan amena.
me desprotejo.
Ya tomo la botella y la descorcho
y me llevo a los labios
el néctar de los dioses, me santiguo,
y bebo y no bebo y me reprocho
no haber probado antes sensación
tan amena.
Acaricio el don de la ebriedad
y rescato la gozosa inconsciencia
donde el dolor no existe.
Después, enamorada y lenta,
me entretengo en doblar la memoria
para nunca olvidarte.
y rescato la gozosa inconsciencia
donde el dolor no existe.
Después, enamorada y lenta,
me entretengo en doblar la memoria
para nunca olvidarte.
María del Valle Rubio
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