Tráeme también a los atenienses, acércamelos cogiéndolos del sitio que te dejen. (Conciliación trae a los atenienses.) Laconios, poneos a mi lado, y vosotros del otro, y escuchad mis palabras. “Soy mujer, pero tengo talento. No carezco de juicio por mi misma, y las palabras de mi padre y mis mayores, muchas, después de oír, no estoy mal instruida”. Así quiero cogeros y acusaros a todos juntos, con justicia, porque hacéis la aspersión de los altares con la misma agua bendita, como hermanos, en Olimpia, en las Termópilas, en Delfos (se refiere a los Juegos Olímpicos y a los Juegos Píticos) - ¡y cuántos lugares más podría decir, si quisiera alargarme!-, y luego, estando presente el enemigo con su ejército bárbaro, matáis a los griegos, arrasáis sus ciudades. “Tengo así terminado el primer punto”. (verso del Erecteo, de Euripídes)
Prítanis.- Y en tanto yo perezco desprepuciado.
Lisístrata.- Y luego, lacedemonios, pues ahora me vuelvo a vosotros, ¿no sabéis que en otro tiempo vino aquí Periclidas el laconio y se sentó en los altares como suplicante de los atenienses, pálido en su capote escarlata, pidiendo un ejercito? Mesenia en aquel tiempo se os venía encima y también el dios con terremotos. Pero Cimón fue con cuatro mil hoplitas y salvo a Lacedemonia entera. (Aristófanes falsifica la historia: los lacedemonios no quisieron admitir esa ayuda.) ¿Después de recibir de los atenienses este favor arrasáis su territorio, del que recibisteis beneficios?
Laconio.- Obramos injustamente; pero su culo (señala a Conciliación) es indeciblemente hermoso.
Laconio.- (De Conciliación) No he visto a una mujer más buena.
Prítanis.- Ni yo nunca un coño más hermoso.
Lisístrata.- ¿Cuál, amigo?
Laconio.- Pilos (en Mesenia, había sido ocupado por los atenienses.), que siempre pedimos y palpamos.
Prítanis.- Por Poseidón, eso no vais a conseguirlo.
Lisístrata.- Consentídselo, amigo.
Prítanis.- Y entonces, ¿a cuál zarandearemos? (Tiene un sentido sexual, y, al tiempo, el de apoderarse de una plaza)
Lisístrata.- Pedid otra plaza en vez de ésa.
Prítanis.- Entonces dadnos primero ese Equinunte y el golfo de Maliaco a continuación y las piernas de Mégara. (Doble sentido para designar partes del cuerpo de Conciliación.)
Laconio.- No, por los dioses, no todo eso, amigo.
Lisístrata.- Dejadles, no discutáis por unas piernas.
Prítanis.- Ahora quiero, desnudo, trabajar el campo. (Tras la paz se vuelve a los trabajos agrícolas y al trato sexual)
Laconio.- Y yo, temprano, llevar el estiércol, por los dioses.
Prítanis.- Pues, vámonos rápido.
Laconio.- Donde tú quieras.
Prítanis.- Sí, por Zeus, llévanos cuanto más rápido mejor.
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