Frágiles son las palabras
ésas que me susurras, mi Señor,
y yo obedezco.
Se fueron.
Se fueron todas tras los versos
al amparo de otras cadencias imposibles
pero yo sigo aquí,
atada a tu sexo.
ésas que me susurras, mi Señor,
y yo obedezco.
Se fueron.
Se fueron todas tras los versos
al amparo de otras cadencias imposibles
pero yo sigo aquí,
atada a tu sexo.
"Atada" (Versos de perra negra - Pura Salceda)
*Fotografía: Jurgen von Zirkoff
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