El cine de terror psicológico japonés depara un refinamiento sangriento y una crueldad exquisita en la obra de Takashi Miike, uno de los directores más transgresores y heterodoxos del cine nipón. Audition, su primera película estrenada en España, se presenta durante la primera hora como un drama con toques de comedia, para evolucionar progresivamente hacia un terror que, además de provocar repugnancia y escalofríos, pone en entredicho las actitudes sexuales de los hombres japoneses hacia la mujer. El ser delicado, abnegado y sumiso aparece aquí como un demonio mutilador de amantes imperfectos. Asumi, la protagonista, no es un fantasma o un espíritu intangible, sino una persona de carne y hueso: la amenaza de la mujer reaccionando contra la sociedad patriarcal que ha hecho de ella un monstruo vengador.
La trama de Audition se inicia como una visión costumbrista de la sociedad japonesa actual, alrededor del personaje de Shigeharu Aoyama, un viudo que, por sugerencia de un amigo suyo empleado en una compañía cinematográfica, decide convocar un casting publico para el personaje femenino de una película imaginaria con el propósito de encontrar a la esposa ideal; pronto queda cautivado por la foto y el texto de presentación de una joven llamada Asumi, una ex bailarina de apariencia frágil y sumisa. A partir de este momento, el argumento se decanta hacia un mundo oscuro, grotesco, horrible, donde los sueños se confunden con la realidad.
La trama de Audition se inicia como una visión costumbrista de la sociedad japonesa actual, alrededor del personaje de Shigeharu Aoyama, un viudo que, por sugerencia de un amigo suyo empleado en una compañía cinematográfica, decide convocar un casting publico para el personaje femenino de una película imaginaria con el propósito de encontrar a la esposa ideal; pronto queda cautivado por la foto y el texto de presentación de una joven llamada Asumi, una ex bailarina de apariencia frágil y sumisa. A partir de este momento, el argumento se decanta hacia un mundo oscuro, grotesco, horrible, donde los sueños se confunden con la realidad.
Las victimas de Asumi son hombres, y con sus torturas desvela la hipocresía y el egoísmo que guían sus actos. Cuando recrimina a Aoyama en plena sesión sádica, con traje y guantes de cuero negro, ser un mentiroso, como todos los hombres, ya que engaña a chicas convocándolas a audiciones cuando lo que busca es sexo, está en lo cierto, pese a la locura que preside sus atroces actos.
Audition puede hacerse insoportable para algunos espectadores -justamente en la escena del trailer adjunto algunos abandonaron la sala-, por su inesperada truculencia y una crudeza en estado puro, enajenada e inocente, desprovista de maldad. Porque resulta imposible dejar de ver al verdugo como la víctima que ha sido y será, una niña girando con su tutú de bailarina bajo la mirada vigilante de un hombre siniestro. El horror del dolor físico supera, hasta herir los ojos, cuando Asami clava agujas en el cuerpo narcotizado de Aoyama, mientras canta dulcemente Kiri, kiri, kiri, kiri: más profundo, más profundo, más profundo…
*Fragmentos de la crítica de Silvia Rins (Barcelona, 1971)
Ficha Técnica: Odishon – Audition, 1999, Japón, 115 minutos. Color
Dirección: Takashi Miike.
Reparto: Ryo Ishibashi (Shigeharu Aoyama), Eihi Shiina (Asami Yamakazi), Tetsu Sawaki (Shigehiko Aoyama), Jun Kunimura (Yasuhisa Yoshikawa), Miyuki Matsuda (Ryoko Aoyama),
Toshie Negishi (Rie), Ren Osugi (Shibata).
Guión: Daisuke Tengan; basado en la novela de Ryu Murakami.
Producción: Satoshi Fukushima y Akemi Suyama.
Música: Kôji Endô.
Fotografía: Hideo Yamamoto.
Montaje: Yasushi Shimamura.
Diseño de producción: Tatsuo Ozeki.
Vestuario: Tomoe Kumagai.
Estreno en España: 19 Julio 2002.
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