viernes, 9 de octubre de 2009

Ellas VII







Alas

La palabra “ninfas”, que designaba los pequeños labios de la vulva, ha sido sustituida gradualmente por la palabra “alas”, de uso más cómodo. Las alas baten y también transportan. La expresión “tener las alas mojadas” designa todo estado de excitación. Algunas dicen “vas a mojarte las alas” a una amiga que duerme fuera esa noche, sin preocuparse por el rocío, o a aquella que sale cuando una tormenta se avecina. “Volar con sus propias alas” es una expresión cuyo empleo se ha ido perdiendo y cuyo sentido es “conviene volar siempre con alas propias.”

Andrómeda


Fundadora de Lesbos, donde tuvo una escuela de poesía y de música. Fue la amante de Athis, la más querida de las amantes de Safo. “Es hacia Andrómeda que tu vuelas” “Ella ha hecho un buen cambio, /Andrómeda” (Safo, Poemas, edad de hierro).







Bella-durmiente-del-bosque

Se dice generalmente de una amante olvidadiza de su clítoris. Entonces cae en una especie de somnolencia de la cual ignora la causa. Puede permanecer en ese estado un periodo de tiempo indeterminado. Se sabe de una bella-durmiente-del-bosque particularmente solitaria, pues ese estado le sobrevino en medio de un bosque. Cien años transcurrieron hasta que una de sus amantes la encontró durante uno de sus paseos. El estado de somnolencia termina para la bella cuando una amante le recuerda con delicadeza que tiene un clítoris.





Cochina

Algunas amantes juegan a mimar a un animal para dar placer a su amante. Hemos encontrado lobas, gatas, serpientes. La cochina es el animal del que más se habla. Ser o volverse una cochina no quiere decir gruñir como una cochina, amar las trufas como una cochina, o estar cubierta de cerdas como una cochina. Quiere decir dejar de lavarse, conservar los olores corporales para causar placer a su amante.

Delirar


Antiguamente, verbo religioso. Las bacantes y las sacerdotisas deliraban. El sentido de este verbo se ha modificado sutilmente en el transcurso de las edades oscuras. Actualmente se emplea para expresar un afecto vivido con júbilo, efervescencia, pasión, ebullición, fervor, agitación, con desenfreno, frenesí, explosión, transportes, exaltación, fiebre, embriaguez, locura, trances, rabia, violencia, ardor, entusiasmo, entrega.Todas las amantes deliran, un día u otro, en los continentes, las islas, las banquisas, en cualquier parte. El gran delirio designa el estado que sólo algunas amantes conocen, en medio del cual dejan caer sus ojos, sus miembros, sus brazos, sus piernas y sus clítoris.





Dormir


Dormir ha dejado de practicarse en las horas opuestas a las de vigilia. Las amantes duermen a cualquier hora. Dormir ha cambiado de sentido, al mismo tiempo. Es así que una amante dice corrientemente a su amante, “yo te duermo”. Dormir a alguien quiere decir a la vez dormir a su lado y hacer el amor con ella. Dormir a alguien tiene prioridad sobre muchas otras actividades. Se le llama muchas veces “el ejercicio de la pereza total, la suprema delicia(Sseu Tchouan, El libro de la pereza, China, edad de gloria)






Orgasmo


Antiguamente al orgasmo producido por el clítoris se oponía otro orgasmo, llamado vaginal (Ann Coedt, El mito del orgasmo vaginal, Gran País, Primer Continente, edad del hormigón). Las amantes sienten una gran predilección por los clítoris, esos órganos de placer de los cuales, después que han realizado su obra, se dice “allí todo es orden y belleza / lujo, calma y voluptuosidad” (Extraído de la Biblioteca, conjunto de libros y fragmentos del pasado, salvado por las amantes durante el último período del caos.)


Sombra


Las amantes de la edad de gloria tratan a sus sombras como a personas vivas. Esto les permite enfrentarse al fenómeno del desdoblamiento que toda persona vive cotidianamente y que el lenguaje registra: yo me peino, yo me miro al espejo. Es muy raro que alguien tenga malas relaciones con su sombra. Algunas amantes manifiestan un gran afecto por su sombra, por lo cual les otorgan nombres.Las sombras son particularmente vibrantes los días de luna llena. Se ha visto a numerosas amantes que besan sus sombras, y ello les provoca un gran placer.


Tragar


Además de sables, culebras, ranas, fuego, además de su propio alimento, además de su propia saliva, se puede, en algunos casos, tragar la saliva de la amante, su alimento masticado, sus mocos, sus mucosidades, sus hemorragias de nariz, sus esputos, sus vómitos, sus ventosidades, su ciprina, su sangre menstrual o sus óvulos, sus eructos, sus lágrimas, su orina, todas prácticas que mantienen el afecto y son agradables a la boca. De ahí las expresiones: “fina boca”, “ser llevada a la boca”, “boca abierta”, o, por el contrario “estar mal embocada”: se dice de aquella que no aprecia los encantos de su amante. Se dice también “abocarse” para significar que dos personas se dispongan a “tragar”.







El borrador para un diccionario de las amantes está concebido como un glosario donde se pasa revista a los aspectos más relevantes, ya sean históricos o míticos, del lesbianismo. Como dicen las autoras, “disponer del diccionario permite hacer desaparecer los elementos que distorsionaron nuestra historia durante los períodos oscuros, desde la edad de hierro hasta la edad de gloria”. Al amor, la pasión y el erotismo se le conceden una gran importancia, con lo que el supuesto “borrador” no carece de carácter afrodisíaco. Las autoras ponen especial énfasis en el clítoris, verdadero campo de batalla de su paradigma sexual.
Original obra que sorprende en muchos aspectos por sus desusadas descripciones y su carga poética.



Monique Wittig y Sande Zeig: Borrador para un diccionario de las amantes. Barcelona, Lumen, 1981.

Traducción de Cristina Peri Rossi.




"Adiós continente negro de miseria y de pena adiós viejas ciudades nosotras embarcamos hacia las islas brillantes y radiantes hacia las verdes cítaras, hacia las negras y doradas Lesbos. "

Monique Wittig







*Fotografías: Charme d’Artan - galerie -

No hay comentarios: