Marina Abramovic, 2005
"La violencia nos abruma extrañamente en ambos casos, ya que lo que ocurre es extraño al orden establecido, al cual se opone esta violencia. Hay en la muerte una indecencia, distinta, sin duda alguna, de aquello que la actividad sexual tiene de incongruente. La muerte se asocia a las lágrimas, del mismo modo que en ocasiones el deseo sexual se asocia a la risa; pero la risa no es, en la medida en que parece serlo, lo opuesto a las lágrimas: tanto el objeto de la risa como el de las lágrimas se relacionan siempre con un tipo de violencia que interrumpe el curso regular, el curso habitual de las cosas. Evidentemente el torbellino sexual no nos hace llorar, pero siempre nos turba, en ocasiones nos trastorna y, una de dos: o nos hace reír o nos envuelve en la violencia del abrazo... es debido a que somos humanos y a que vivimos en la sombría perspectiva de la muerte el que conozcamos la violencia exasperada, la violencia desesperada del erotismo. "
Las lágrimas de Eros (fragmento)
Georges Bataille
Rachel Weisz, la protagonista de Agora, fotografiada como una Eva por James White, 2004
Lágrimas de Eros, una gran exposición dedicada a los tormentos de la pasión: el lado oscuro del deseo sexual, lleva el título del último libro del escritor francés Georges Bataille, Les larmes d’Éros, y se inspira en algunas de sus ideas sobre el erotismo, como la dialéctica prohibición / transgresión o la identificación de lo erótico con el sacrificio religioso.
La exposición tiene un carácter total, pansexual, e incluye todas las orientaciones y nichos del deseo: la mirada masculina y la femenina, lo hetero y lo homo, el voyeurismo y exhibicionismo, el bondage y el sadomasoquismo, los diversos fetichismos, etc. Todas esas especialidades se reconocen en el gran repertorio de los mitos de Eros, tanto los que proceden del Olimpo grecorromano como los que vienen de la Biblia. Ilustra la pervivencia de esos mitos hasta nuestros días y a la vez su transformación en la época moderna, que les ha dado nuevos sentidos perversos.
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