Árboles sureños cargan extraños frutos,
sangre en las hojas, y sangre en la raíz,
cuerpos negros se balancean a la brisa sureña
extraños frutos penden de los álamos.
Escena pastoral del galante sur,
los ojos saltones y la boca retorcida,
perfume de magnolias, dulce y fresco,
y el repentino olor de carne quemada.
Aquí está el fruto para que arranquen los cuervos,
para que la lluvia tome, para que el viento chupe,
para que el sol descomponga, para que los árboles suelten,
esta es una extraña y amarga cosecha.
*Fotografía: Garrett Mockler
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